lunes, 16 de enero de 2012

Puesto de Feria Popular

Puesto de Feria Popular
Este proyecto es un Puesto de Feria para el barrio Toba. Estas personas, pertenecen a una comunidad aborigen de nuestro país, los cuales, algunos habitan en la ciudad de Rosario y su principal recurso económico es la venta de artesanías características de su cultura. La idea del proyecto es la de realizar un puesto de feria, el cual sería donado a las personas de este lugar con el fin de que puedan utilizarlo de prototipo y poder reproducirlo y así exponer sus artesanías. Los principales requisitos que tiene el prototipo es el de que posea un cierto peso que un solo hombre pueda llevar y trasladar. Además la idea es que sea de un material el cual pueda resistir a la intemperie y a cualquier tipo de golpe; es por eso que elegí el Bambú como material ya que sus características naturales hablan de una gran resistencia que aportan sus fibras interiores, y también porque es un material súper económico aproximando un valor de 3 pesos el metro de la caña más ancha. Para unir las cañas decidí utilizar soga, ya que logrando un buen nudo se podría quedar muy bien unido, hasta incluso lograr unir de forma paralela dos cañas con un sistema de bisagras y así poder permitirle al sujeto usuario del puesto, el poder plegarlo y trasladarlo sin dificultad. Además, para cubrir al sujeto del sol utilice una lona blanca como del tipo que se suele usar en los toldos y que no absorba los rayos solares permitiendo así no colocar al sujeto en un lugar de des confort.
La idea del prototipo nace de una forma muy simple como una caja, donde la idea de la caja es dar la posibilidad de que la misma sea articulable para poder plegar, abrir caras con el fin de generar un puesto simple o abrir caras con el fin de tener un panel de muestrario.
Por otro lado el sistema estructural utilizado en el prototipo es muy simple, ya que utilizo dos tipos de cañas en todo el proyecto, las más gruesas (3 pesos cada una el metro) en todo el perímetro que formar módulos rectangulares de 2,20 m de alto por 1,50 m de ancho; y luego la decisión de colocar cañas mas finitas (1 peso cada una por metro) que hacen de parasoles para controlar el sol y darle alguna protección extra al toldo en el techo y también de modo de refuerzo estructural.
Estos módulos poseen en las cañas verticales estructurales una punta las cuales permiten clavarse en la tierra ya que donde se realiza la feria es un campito. Y al ser de tierra el piso también se vio la preocupación por mantener al sujeto lejos del barro en el caso de que lloviera en horas anteriores.
El valor personal que se le agrego al proyecto es simplemente el hecho de pensar un espacio y prototipo que mejore la calidad de vida de gente de bajos recursos que realizan artesanías en vez de recurrir a otras formas de ganarse la vida, creo que el saber que se está aportando algo a la sociedad no es algo meramente efímero, sino que es algo real que como arquitectos nos debemos comprometer en podes cooperar desde nuestro lado. En la historia de la arquitectura, los sucesos bélicos del siglo XX fueron un claro ejemplo de cómo la arquitectura se ha comprometido con los problemas sociales.
Agradezco a Gabriela Ilundain, quien compartió esta experiencia con migo y ambos planteamos cuales eran los problemas a resolver y plantear estrategias de prioridades con el fin de que la forma y la funcionalidad hagan de este un proyecto que sea para todos y no solo para algunos.

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